Abstract:
Esta conocida frase, entre signos de admiración para enfatizar el llamado, tiene su origen en la historia moderna, más específicamente en la guerra de resistencia contra el nazismo alemán. La orden determinaba que ninguno de los combatientes por la libertad podía retirarse hasta o culminar con éxito las metas trazadas. Créanme que en algo parecido andamos nosotros.