Abstract:
De cómo las minas de carbón terminaron engulléndose pueblos cercanos que hoy viven un presente sin esperanza cierta. Un vistazo cinematográfico por la existencia triste y dramática de poblaciones que se diluyen en el tiempo y el espacio. La noticia enloqueció de alegría al pueblo. Aquel 1995, recuerda ahora Flower Arias, hombre recio de piel negra, la gente salió de sus casas lista para celebrar el gran acontecimiento: a esta tierra, bendecida por la naturaleza, llegaba la multinacional estadounidense Drummond, una enorme compañía minera que, pensaban ellos, iba a contribuir con su presencia a arrancarlos del abandono que durante décadas había aquejado a este pueblo, habitado en un principio por negros bullangueros, una zona de esclavos libres que comenzaban una nueva vida lejos de la pesadilla de la tiranía.